Pese a la creciente automatización, hoy todavía es necesaria la realización de múltiples tareas que requieren
la manipulación manual de objetos. Por otra parte, la mecanización y automatización en los procesos
de fabricación disminuye los tiempos de los ciclos, aumentando la frecuencia de las operaciones manuales
de carga y evacuación.
La manipulación manual comporta riesgos de diversa naturaleza, según el tamaño, forma y peso de los
objetos; riesgos que pueden traducirse en cortes, golpes por atrapamiento o caída de objetos, etc.
Por otro lado, el esfuerzo muscular provoca un aumento del ritmo cardíaco y del ritmo respiratorio. Las
articulaciones pueden, a la larga, resultar gravemente dañadas, especialmente, las de la columna vertebral
(desgaste de los discos intervertebrales, lumbago, hernia discal y algunas veces compresión de la
médula espinal y de los nervios de las piernas).
Estos factores es más fácil que aparezcan cuando:
• Los objetos son de difícil agarre por su forma o tamaño.
• Las cargas son muy pesadas.
• Las diferencias entre la altura de agarre y de colocación de la carga son grandes.
• El transporte manual se hace a distancias largas.
• Se realizan movimientos y posturas inadecuadas (pecho excesivamente inclinado, posición del eje
del cuerpo desplazado, tronco en tensión, etc.).
miércoles, 19 de agosto de 2009
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